La revista FORBES reúne los consejos de uno de los mejores expertos en inteligencia emocional, Travis Bradberry.

Más allá de las palabras, el cuerpo humano tiene su propio lenguaje, y la mayor parte del tiempo no somos conscientes de las señales que emitimos con él. Algunas de esas conductas son realmente nocivas para la comunicación, pueden arruinar nuestra imagen profesional, estropear un negocio o dificultar una relación personal.

Para ayudarnos a identificarlas, la mítica revista Forbes ha publicado su propio top ten de los peores errores que cometemos con nuestro lenguaje corporal, según el criterio de Travis Bradberry, uno de los psicólogos norteamericanos más destacados en el estudio y aplicación práctica de la inteligencia emocional.

Travis Bradberry de Talent SmartBradberry tiene un doble doctorado en psicología clínica y organización industrial, es autor del best-seller Inteligencia Emocional 2.0 y cofundador de Talent Smart, una consultora líder mundial en pruebas de inteligencia emocional y formación, que presta servicios a más del 75% de las compañías Fortune 500. Colaborador habitual de Forbes, ha escrito también en Newsweek, Business Week, Fortune, The Wall Street Journal, The Washington Post y The Harvard Business Review.

La experiencia de Bradberry, con más de un millón de personas estudiadas, acredita que el 90% de los profesionales que mejor desempeñan su oficio tienen una elevada inteligencia emocional, con un alto grado de consciencia sobre su propia conducta no verbal.

A su juicio, estos son los 10 errores más comunes que cometemos con nuestro cuerpo a la hora de comunicarnos con los demás, fallos que las personas emocionalmente inteligentes evitan a toda costa. Los explicamos con detalle a continuación:

EL TOP TEN DE LOS ERRORES

uno

Evitar el contacto visual. Eludir la mirada de tu interlocutor puede ser interpretado como una falta de interés o un indicio de ocultación, aunque por sí solo no es un indicador fiable de la mentira.

dos

Encorvar la postura. Adoptar una postura encorvada se vincula con bajos niveles de energía, tristeza y tendencia depresiva. El encogimiento corporal da imagen de baja autoestima y falta de confianza.

tres

Dar la mano sin firmeza. Un apretón de manos sin energía -o sin contactar completamente ambas palmas-, puede interpretarse como falta de autoridad o una personalidad débil. Por el contrario, un exceso de fuerza puede entenderse como agresividad.

cuatro

Contraer los brazos. Cruzar o contraer los brazos no siempre es una postura de cierre, depende del contexto y del resto del lenguaje corporal, pero puede apreciarse como una barrera, bloqueo o falta de transparencia.

cinco

Mirar hacia abajo. Bajar la mirada mientras hablamos resta fuerza a nuestra argumentación y nos hace parecer débiles, inseguros o incómodos, a no ser que lo hagamos como un gesto reflexivo.

Echarse hacia atrás. Inclinar hacia atrás el cuerpo o separarnos excesivamente de nuestro interlocutor expresa desagrado, falta de interés o desconfianza.

Manosear con inquietud. El manoseo de objetos o partes de nuestro cuerpo (manos, pelo, cara,…) indica descontrol emocional, nerviosismo y ansiedad.

Invadir el espacio íntimo. Ocupar el espacio íntimo de otra persona, o tocar sus objetos personales o de trabajo, te presenta como alguien irrespetuoso y que no tiene claros los límites. (La distancia íntima depende de la cultura y la personalidad, aunque generalmente la referencia es unos 45 centímetros).

Mirar el reloj. Consultar el reloj cuando alguien nos habla o mirar más allá de nuestro interlocutor puede comunicar desinterés y arrogancia.

Fruncir el ceño. Juntar y bajar las cejas sobre la nariz es una expresión típica de ira, que puede interpretarse como infelicidad o desacuerdo. Muchas veces lo hacemos de forma inconsciente, cuando nos interesamos por algo o enfocamos la mirada.