La épica final del fútbol europeo, desde el punto de vista del comportamiento no verbal

El control emocional de la Reina

El gol que adelantó al Atlético en el marcador fue celebrado de forma contenida por su presidente, Enrique Cerezo. Su forma de apretar y elevar los dos puños compone un gesto emblemático y al mismo tiempo adaptador. Es emblema porque tiene su propio significado como expresión de júbilo, e implica adaptación porque evidencia un intento de moderar la expresión.

Aunque para control emocional, el de la Reina Sofía, cuya flemática reacción resulta insólita ante la sorpresa y emoción que puede generar un primer gol en una final vivida en este ambiente de tensión. Una de dos, o la soberana siente absoluta indiferencia por el fútbol, o posee una destreza extraordinaria para controlar la expresión de sus emociones, y en este caso no molestar a ninguna de las dos aficiones. Una gran profesional, como la definió en su día su propio esposo.

 

El disimulo de Rajoy

gif-rajoy

No tuvo la misma habilidad el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, para disimular su alegría con el segundo gol que daba el triunfo al Real Madrid en la prórroga. Partimos de la base de que un presidente no debe decantarse por uno u otro equipo, siendo los dos de su propio país y capital, y menos cuando solo faltaban unas horas para la apertura de las urnas de las Elecciones Europeas que se celebraban al día siguiente en España.

Sin embargo, la secuencia es muy reveladora: primero da un disimulado codazo al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en un gesto a medio camino entre regulador y emblemático, con el que parece felicitarlo de forma muy discreta («¡toma ya!», parece decir). Inmediatamente después se tapa la boca con la otra mano y se toca la nariz, un gesto adaptador con el que intenta enmudecer su expresión emocional.

Los adaptadores son gestos que autores como Ekman y Friesen vinculan a la incomodidad psicológica y la angustia personal, y que Freedman relaciona con la autopreocupación, la huida de la interacción y un empobrecimiento de la actividad simbólica. Dicho de otra forma, son los típicos gestos que hacemos de forma inconsciente, cuando estamos nerviosos o queremos ocultar nuestras emociones.

 

La desinhibición de Aznar

gif-aznar

Muy distinta fue la reacción ante el mismo gol del expresidente del Gobierno español, José María Aznar, al que suponemos liberado de las ataduras del cargo, si es que algún día las tuvo. Aznar no duda en levantarse de su asiento y expresar abiertamente su alegría, chocando con fuerza la mano de Florentino Pérez, en un saludo deportivo entre vencedores. Resulta muy curioso que la expresión de júbilo del presidente del Real Madrid no encuentre reflejo en ninguna otra de las personas presentes en el palco. También llama la atención la reacción del dirigente sentado al lado de Aznar, que parece recriminar su actitud al romper la neutralidad.

El apretón de manos está ampliamente documentado en la literatura científica, que le atribuye un carácter emblemático y en ocasiones regulador, pues además de significar un saludo puede marcar el inicio de una conversación o poner fin a la misma.

 

Y la cabeza bien alta de Simeone

gif-simeone

Como explica Flora Davis en El lenguaje de los gestos, cada individuo posee su propio estilo de gesticular. En el caso de Diego Simeone, la gesticulación nos dice mucho también de su personalidad, e incluso de su estilo como entrenador. De las muchas expresiones emocionales protagonizadas en la final de Lisboa, nos quedamos con este gesto emblemático realizado a sus jugadores cuando ya todo estaba perdido.

Los gestos emblemáticos, por definición, son traducciones virtuales directas de palabras o frases. Son culturales y su significado depende del contexto, pero el realizado por Simeone parece muy universal y fácilmente comprensible: “la cabeza bien alta” ordena a su plantilla. En la rueda de prensa posterior al encuentro, expresó con palabras el mismo orgullo por sus jugadores: “Este partido no merece una lágrima”.