La histórica visita a Hiroshima del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, nos dejó esta interesante imagen publicada por The New York Times. El gesto  intercambiado con el ministro de Exteriores japonés, Fumio Kishida, podría pasar inadvertido en países latinos, donde el contacto en la interacción es frecuente. Sin embargo, llama mucho la atención en una cultura como la nipona, donde las distancias se guardan de forma reverencial.

La manera en la que ambos cancilleres entrecruzan sus brazos y se sujetan por la espalda es mucho más que un gesto de cortesía: entre ellos puede suponer casi medio abrazo. Y medio abrazo es mucho abrazo para un japonés o un norteamericano de origen anglosajón.

Hiroshima, tacto y afecto en la comunicación no verbal

Más aún si consideramos el factor ambiental, pues la escena se produjo ante el monumento funerario por las víctimas de la bomba atómica, en medio de una ceremonia con un estricto protocolo prácticamente marcial.

El tacto y el espacio son dos importantes canales de comunicación, imprescindibles  para expresar cercanía y afecto. La forma de acercarse y tocar a los demás está marcada por la personalidad de cada individuo y, sobre todo, por la cultura donde ha crecido. Está claro que ambos canales de comunicación pueden desempeñar un papel destacado en la política de estado y las relaciones internacionales, como ocurre en esta ocasión.

El gesto entre Kerry y Kishida no sustituye las palabras de disculpas y perdón no pronunciadas en esta histórica visita, pero su comunicación no verbal confirma una reconciliación que no es solo política sino también emocional.

*Foto de cabecera: Jonathan Ernst, para The New York Times.

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Consultor de comunicación, experto en análisis y máster en Comportamiento No Verbal por la Universidad Camilo José Cela y la Fundación Universitaria Behavior & Law. Miembro de ACONVE y de la Asociación de la Prensa (FAPE-FIP). Fundador de analisisnoverbal.com.