Las herramientas de persuasión de su comunicación no verbal

La habilidad para conectar con las masas y desenvolverse en la distancia corta son dos de los rasgos más reconocidos en la personalidad de Adolfo Suárez. El secreto de su encanto residía en una expresión facial realmente atractiva; una mirada profunda, en ocasiones pícara, que buscaba la complicidad incluso con las cámaras; y una sonrisa amplia, natural y sincera.

Estas cualidades innatas le permitían presentarse como un hombre cercano y emocionalmente accesible, rasgos inspiradores de confianza en los demás.

Pero tenía también otras habilidades menos analizadas en su lenguaje corporal: fue un líder con mucho tacto, y no solo en el sentido político del término.

La háptica es una de las áreas menos investigadas en el campo del comportamiento no verbal. Lamentablemente, la literatura científica sobre el manejo y la interpretación del tacto no es tan abundante como la de otros canales expresivos. Sin embargo, el análisis háptico, puesto en conexión sobre todo con las posturas y el espacio, puede revelarnos mucha información de interés sobre la personalidad y recursos de un individuo.

Este es el caso de Adolfo Suárez. Su constante forma de tocar a los demás fue un complemento ideal para transmitir cercanía y confianza. La expresión de su rostro en las imágenes analizadas confirma que disfrutaba en contacto directo con la gente. La calidez de su tacto se intuye no solo en los saludos, que parecen cargados de especial afecto, sino también en otras situaciones menos formales, como al hablar o escuchar a otra persona.

En el siguiente carrusel de fotografías, podemos apreciar algunos ejemplos de su habilidad, imágenes que hoy echamos en falta no solo en el ámbito de la política.

Una postura abierta y receptiva

El manejo del tacto realizado por Suárez implica la necesidad de desenvolverse en la distancia de intimidad (la más próxima de todas tras la pública, la social y la personal), lo que refuerza su imagen de hombre cercano.

En lo años 70, la psicología moderna no había llegado al mundo de la política en nuestro país, pero resulta evidente que Adolfo Suárez tenía especial habilidad en el manejo del rapport, la escucha activa y el intercambio de feed-back. En este sentido, su cuerpo fue su mejor herramienta, como evidencian los rasgos más característicos de su comportamiento no verbal:

  • Ladea la cabeza al escuchar.
  • Se inclina hacia la otra persona.
  • Muestra una postura corporal abierta.
  • Mimetiza posturas y gestos.

Tacto y contacto

Otro gráfico ejemplo es este gesto de intensa proximidad de Adolfo Suárez, al poner en contacto su frente con las caras de su hija y su esposa. Esta típica expresión de íntimo afecto, realizada en público y ante las cámaras, transmite transparencia emocional y seguridad en sí mismo. El pudor, por el contrario, aparece en las expresiones de ambas, que inclinan sus cabezas en sentido contrario y componen sendas sonrisas sociales. Las reacciones parecen una mezcla de rubor y agrado: quizás el contacto les incomode por sentirse observadas, pero al mismo tiempo reciben positivamente la expresión de afecto.

La conexión emocional con el Rey

 

Desde el punto de vista del comportamiento no verbal, la última fotografía publicada del Rey Juan Carlos y Adolfo Suárez juntos tiene un extraordinario valor simbólico.

Como se aprecia en la imagen 1, la conexión establecida entre ambos continuaba intacta el 16 de julio de 2008, cuando el monarca visitó al expresidente para entregarle el Toisón de Oro.

En el plano cognitivo, Suárez ya no era capaz de reconocer al Rey por el avanzado estado del alzhéimer. Sin embargo, en el plano emocional, la sintonía seguía siendo muy intensa. El rapport entre ambos puede apreciarse fácilmente, destacando cuatro puntos básicos de sus posturas:

  • Sincronía de sus pasos al avanzar.
  • Paralelismo en la verticalidad de la pierna en la que se apoyan.
  • Cabezas giradas entre sí.
  • Mano del monarca apoyada en el hombro de Suárez.

La conexión recogida en esta imagen no es casual ni novedosa. Tiene sus antecedentes documentales en las otras dos imágenes, tomadas cuarenta años antes.

En la foto 2, ambos caminan marcando el mismo paso, con sus cuerpos en contacto, y las cabezas y torsos giradas entre sí, con idéntica inclinación de las caras.

En la foto 3, además de repetirse la sincronía de los pasos, mimetizan también sus posturas, manos derechas en los bolsillos y brazos izquierdos en ángulos exactamente iguales.

 

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Consultor de comunicación, experto en análisis y máster en Comportamiento No Verbal por la Universidad Camilo José Cela y la Fundación Universitaria Behavior & Law. Miembro de ACONVE y de la Asociación de la Prensa (FAPE-FIP). Fundador de analisisnoverbal.com.