Comunicación No Verbal en el Debate sobre el Estado de la Nación

El último Debate sobre el Estado de la Nación nos dejó un par de portadas en la prensa nacional que evidencian la importancia de los gestos en la comunicación.

El País ilustraba su primera página con una fotografía de Mariano Rajoy, haciendo el clásico gesto emblemático de “todo va bien”, con el puño cerrado y el pulgar señalando hacia arriba. Al mismo tiempo, El Mundo repartía protagonismo en su portada entre otra foto de Rajoy, con idéntico gesto, y una imagen de Alfredo Pérez Rubalcaba en la que pide tiempo por señas: El líder de la oposición dibuja una letra T, colocando una mano perpendicular contra la otra.

Aunque los dos rotativos nacionales coincidieron al elegir la imagen más representativa del mensaje del presidente, entre ambos enfoques editoriales se aprecian importantes diferencias, reconocibles no solo en el texto de las informaciones, sino también en la sutil interpretación de la Comunicación No Verbal:

El País centró la atención en el mensaje positivo del presidente, reforzando el titular de la principal noticia del día con una imagen amable y poco espontánea de Rajoy, quien aparece posando para los fotógrafos, haciendo el citado gesto y forzando intencionadamente una sonrisa social. Además, el rotativo de Prisa presentó a Rajoy sentado en su escaño de la bancada azul, reservado para el Gobierno, lo que desde el punto de vista de la proxemia refuerza su posición de superioridad jerárquica institucional.

El Mundo, por su parte, se inclinó por un enfoque más equidistante entre ambos líderes,  a los que sitúa en un mismo plano jerárquico, con dos fotos de idéntico encuadre en la tribuna de oradores. El gesto de Rajoy puede parecerse en un principio al realizado desde su asiento, y transmitir similar positivismo, aunque su auténtico significado es otro. En este segundo caso, el puño con el pulgar hacia arriba no conforman un gesto emblemático, sino ilustrador, porque va acompañado de un discurso verbal. De hecho, la expresión de los labios del líder popular indica que, probablemente, está realizando en ese momento una enumeración, que el periódico aprovecha hábilmente para ilustrar los datos a los que se refiere en el titular de la noticia («Rajoy presume de datos»).

Sin embargo, la aparente equidistancia del rotativo de Unidad Editorial termina resolviéndose en contra de la imagen del líder socialista. El gesto de Alfredo Pérez Rubalcaba, pidiendo tiempo con las manos al presidente de la Cámara Baja, adquiere una connotación negativa, no solo por su propio significado simbólico en sí mismo, sino también por la congruencia y sincronía con la expresión de su rostro. La mirada de reojo hacia su espalda y la tensión en los párpados expresan ira contenida (enfado); la excesiva elevación de las cejas y el estrechamiento horizontal de sus labios transmiten su propio miedo o temor; y en su conjunto presentan una imagen de valencia emocional muy negativa, compatible con la inseguridad y el descontrol expresivo.